Semana Santa: Procesiones, silencios y educación social.✝️🫂💕
Holaa mis chicos y mis chicas, esta semana os traigo una columna semanal que para mi es la más emotiva que voy a realizar en este blog, ya que trataremos de la Semana Santa, una semana tan cargada de emociones, sentimientos y ilusión por ver a nuestros pasos y escuchar las marchas tan bonitas en nuestras calles. Hoy en honor a esta semana tan bonita y especial me gustaría dedicarle una entrada para ella y para la educación social.
La Semana Santa es tiempo de pasos, incienso, devoción… pero también de miradas que se cruzan, de barrios que se llenan y de memorias que se activan. Es tradición, espiritualidad, arte… pero también es contexto. Y ahí, en ese contexto cargado de símbolos y emociones, también hay lugar para la educación social.
Durante estos días, los educadores sociales también siguen trabajando. Porque la vulnerabilidad no descansa en festivos. Porque mientras se levantan altares, hay otras personas como (niños, mayores, personas sin hogar, jóvenes en riesgo) que necesitan acompañamiento, escucha y presencia.
¿Qué tiene que ver la Semana Santa con la educación social?
Mucho más de lo que parece:
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Es un momento de encuentro comunitario. Las cofradías, hermandades, vecindarios y parroquias abren sus puertas. Para nosotros, es una oportunidad de acercamiento, de intervención comunitaria, de fortalecer vínculos desde lo cotidiano.
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Despierta emociones intensas. Muchas personas en situación de exclusión viven la Semana Santa desde la distancia, la nostalgia o la soledad. Aquí, el trabajo emocional cobra sentido: hablamos de pérdidas, creencias, memoria y resiliencia.
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Visibiliza lo invisible. En las calles abarrotadas, muchas veces pasan desapercibidas las personas que no participan, que están al margen. Observar desde la Educación Social es también un acto de justicia simbólica.
Educadores entre pasos y sombras
Hay educadores que acompañan a jóvenes en conflicto que salen por primera vez en una procesión, aprendiendo compromiso y responsabilidad. Hay quienes trabajan en residencias, ayudando a que las personas mayores vivan la tradición con dignidad. Hay quienes caminan junto a personas sin hogar, buscando calor en una noche fría de abril, mientras suena una marcha lejana.
La Semana Santa también es pedagogía: de la emoción, de la memoria colectiva, de la identidad. Nosotros leemos entre líneas: ¿Qué nos cuentan estas calles? ¿Qué silencios cargan estas procesiones? ¿Qué posibilidades de transformación nacen en estos días?
Como reflexión final
La Educación Social es cuerpo a cuerpo, calle a calle. Y la Semana Santa, con su mezcla de luz y sombra, nos recuerda que acompañar también es caminar junto a otros en sus propias "procesiones vitales": con su peso, su fe, su dolor y su esperanza.
Porque educar socialmente no siempre es enseñar. A veces, es simplemente estar. Y en Semana Santa, ese estar también y es presencia transformadora.
Hasta aquí mi columna semanal, espero que os haya movido algo dentro y os haya trasmitido todo lo que es para mí la semana santa. Un abrazo followers 💗💗
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